"CAT" es sinónimo de maquinaria pesada. Su logo amarillo es uno de los más reconocidos del planeta. Pero esta es también la marca que ves en botas, ropa y hasta teléfonos. La historia de este gigante comienza con una rivalidad encarnizada en el barro de California. A finales del siglo XIX, dos inventores, Benjamin Holt y Daniel Best, competían por dominar el mercado de la maquinaria agrícola. Holt apostaba por la máquina de vapor, pero sus monstruos de 20 toneladas se hundían en el fértil y pantanoso suelo de California. En su desesperación, llegó a construir un tractor con ruedas de 14 metros de ancho. Seguía hundiéndose. La solución llegó en 1904. Holt observó a granjeros poniendo tablones de madera en el barro para avanzar. Inspirado, diseñó un sistema de "pista continua": una cadena de listones de madera. La máquina, por fin, avanzó sobre el lodo. Un fotógrafo de la compañía, al ver el movimiento ondulante, comentó: "se arrastra como una oruga" (crawls like a caterpillar). Holt escuchó la palabra mágica y en 1910 registró la marca "Caterpillar". Pocos años después, esta invención agrícola daría el salto al campo de batalla. En la Primera Guerra Mundial, los ejércitos en Flandes se enfrentaban al mismo problema que Holt: el barro. Un oficial británico, el coronel Ernest Swinton, recordó haber visto un tractor Holt y el ejército británico los importó para mover su artillería pesada. Viendo cómo esas máquinas cruzaban el fango, Swinton tuvo una segunda idea: "¿Y si le ponemos blindaje y armas?". Aunque CAT no construyó el primer tanque, su tractor de orugas fue la inspiración conceptual directa para el Mark I británico. La guerra fue un gran negocio, pero la paz casi los arruina. El mercado se inundó de tractores militares sobrantes. Tanto Holt como su rival, C. L. Best, estaban al borde de la quiebra y endeudados con los mismos bancos. En 1925, los banqueros forzaron un "matrimonio de conveniencia": las dos compañías se fusionaron para crear la Caterpillar Tractor Co. Holt aportó el nombre "Caterpillar"; Best, diseños más modernos. Uno de los aspectos más icónicos de la marca, su color "Amarillo Caterpillar", no llegó hasta 1931. Los primeros tractores eran grises, pintados con pintura militar barata. El amarillo se eligió por una razón pura de seguridad: hacer las máquinas más visibles en las obras al amanecer y al atardecer. La nueva empresa estaba lista para construir el mundo moderno. Las máquinas CAT excavaron la Presa Hoover, los cimientos del Golden Gate y construyeron el sistema de autopistas de EE. UU. Fue aquí donde perfeccionaron el "bulldozer". En la Segunda Guerra Mundial, el bulldozer Caterpillar D8 se convirtió en un arma estratégica. Los "Seabees" (Batallones de Construcción de la Marina) los usaban para desembarcar en las playas del Pacífico y construir pistas de aterrizaje en plena jungla, a veces bajo fuego enemigo. Hoy, Caterpillar es un coloso diversificado. Fabrica los motores diésel que mueven barcos y locomotoras, y camiones mineros del tamaño de una casa. Y su línea de ropa y teléfonos no es casualidad: están pensados para sus clientes. Los teléfonos CAT son indestructibles, diseñados para el bolsillo de un trabajador de la construcción que pasa el día entre el polvo, el agua y el barro.
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