A veces, el amor nos lleva a construir y otras, nos enseña a soltar. Adriana Sánchez pasó años entregando su tiempo y cariño a un restaurante que se convirtió en su refugio, pero un día supo que tenía que dejarlo ir. En este episodio de Amar en Centroamérica, nos cuenta cómo tomar la decisión de cerrar su negocio fue un acto de amor propio.