Pocas cosas cansan y exasperan más a mamá y papá que niños berrinchudos y peleoneros. ¿De dónde brotan estas expresiones tan fuertes de emociones? ¿Y por qué es tan común que los padres reaccionen con expresiones fuertes parecidas a esta conducta infantil? En lugar de buscar entre los recursos limitados que el mundo ofrece, hablemos sobre diagnósticos y soluciones bíblicas a estos problemas.