Cuando muchas personas piensan en la crianza cristiana, lo primero que viene a su mente es el concepto de la disciplina. En cierto sentido, esto debe ser así porque Dios describe su trato de amor y santificación hacia sus propios hijos como “disciplina”. Lo que nos cuesta tanto es vivir la disciplina en la crianza con paciencia, consistencia, y flexibilidad. Hablemos de este reto tan importante.