(1 Pedro, Lección 25 de 52)
Todos tenemos el deseo de lucir tan bien como podamos, pero el potencial de obsesionarse con el físico y perder el equilibrio no desaparece automáticamente cuando se convierte en cristiano. En este programa estudiaremos lo que el Señor revela el tipo de belleza que nunca se desvanece y es más valiosa que cualquier otra cosa.
Pasaje Bíblico: 1 Pedro 3:3-4.