Padres reverentes que criamos a nuestros hijos delante de Dios somos siervos que sembramos. Sembramos tiempo, energía, dinero, amor, instrucción y fe para que en nuestros hogares se formen siervos para la gloria de Dios que ejerzan una influencia piadosa en otros. Este es el ciclo virtuoso de la crianza reverente. Escucha el último episodio de la serie “Crianza que transforma”.