El presidente Biden atraviesa serias dificultades para construir su legitimidad, después de haber accedido a la Casa Blanca tras una elección fraudelenta, en el poder pese al desembozado fanatismo de los medios para cuidar su imagen y figura. Así el 46 POTUS se esmera permanentemente en firmar decretos que deshagan las políticas del presidente Trump y promueve la agenda del impeachment inconstitucional contra su antecesor.